Disparados en la noche cual misiles,
sin rumbo.
Incógnitos habitantes de los rincones de mi mente,
y mi cuerpo.
Separados de la incierta realidad,
del dia y de la noche,
de la vida.
Fantasmas amigos,
torturas familiares,
indoloras,
Suerte de tragedia y risa,
de misterio desvelado,
que sigue siendo misterio,
¿Que es esto?,
Pregunta eterna,
Como el SIEMPRE.
En la secuencia estatica de frases,
hilvanadas al son de tu recuerdo,
la palabra no sirve para nada, mas que para demostrar,
la impotencia del que habla.
Que no encuentra refugio en la mentira,
del teatro de roces y miradas.
yo tengo,
cautivas tantas palabras.
Sin traducción y sin nombre,
pero son solo las tuyas las que me parten el pecho,
aún sin poder nombrarlas.