El tiempo, el siempre, la tiranía del nunca,
y la conjugación de verbos interminable.
Un soplo de vida guardado en algún rincón,
y un dolor acechando los momentos felices,
un llanto guardado que no quiere llorarse,
y una risa ausente, celebra la nada.
Un sueño, un instante, un día, una cara.
Y la vida corre, te hiere, te arrastra,
te hace sentir solo,
aunque aun lo intentas,
vivir ,
amar,
soñar,
la salida se esconde,
tu vista no alcanza,
y mi mano extendida,
no sirve de nada.