Recordando, el fuego de una madrugada,
me pierdo en distancias,
con sabor a nada,
con sombras ajenas, y besos ausentes,
tus labios, mis labios,
la noche paciente, nos cobija hambrienta,
complice de amores,
de pieles, de olores.
Desueños ajenos,
de viejos temores
Escrito por veravivaz en:
07:46 PM
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